domingo, 27 de febrero de 2011

Poemas.

Ya estoy harto de quererte, de esperar que tú me quieras, de soñar con un futuro juntos.
Estoy harto de ser inestable, harto de mi bipolaridad, harto de mi estupidez.
Ok, lo admito… te quiero, y sí, estoy jodidamente enamorado de ti. Espero con toda mi alma que seas feliz, tan feliz que te puedas olvidar de mí.
¿Fue mucho pedir  que notaras que estaba ahí?, si, yo pienso que si… Ahora entiendo a Manuel Acuña cuando recitaba aquel poema:


“¡Pues bien! yo necesito
decirte que te adoro
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto               
al grito que te imploro,
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.
              
Yo quiero que tu sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas               
las esperanzas mías,
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías,
que ya no se ni dónde
se alzaba el porvenir.
              
De noche, cuando pongo
mis sienes en la almohada
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino mucho, mucho,
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada
y tú de nuevo vuelves               
en mi alma a aparecer.

Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos,
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás,
y te amo y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.

              
A veces pienso en darte
mi eterna despedida,
borrarte en mis recuerdos
y hundirte en mi pasión
más si es en vano todo
y el alma no te olvida,
¿Que quieres tu que yo haga,
pedazo de mi vida?
¿Que quieres tu que yo haga
con este corazón?
              
Y luego que ya estaba
concluido tu santuario,
tu lámpara encendida,
tu velo en el altar;
el sol de la mañana
detrás del campanario,
chispeando las antorchas,
humeando el incensario,
y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...
              
¡Que hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo,
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos una sola alma,
los dos un solo pecho,
y en medio de nosotros               
mi madre como un Dios!

¡Figúrate que hermosas
las horas de esa vida!
Que dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso,
mi santa prometida;
y al delirar en ello
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por ti, no más por ti.
              
! Bien sabe Dios que ese era
mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
bien sabe Dios que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
bajo el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
              
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡Adiós por la vez última,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores;
mi lira de poeta,
mi juventud, adiós!”


Yo quería amarte, y quería que me amaras… Quería tenerte, quería quererte como a nadie… pero tú amabas, tenias y querías a alguien más.
Y sin embargo aquí estoy… Sin tenerte ni besarte, te siento y sufro.
No te sientas mal, no hay razones para ello, el culpable soy yo. Por enamórate sin “conocerte”. Por quererte cuando ya sabía que no debía.
No puedo evitar recordar a Benedetti, en especial de aquel poema que sentenciaba así:


“Porque te tengo y no 
porque te pienso 
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor 
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí 
porque te escondes dulce en el orgullo 
pequeña y dulce 
corazón coraza 

porque eres mía 
porque no eres mía 
porque te miro y muero 
y peor que muero 
si no te miro amor 
si no te miro 

porque tú siempre existes dondequiera 
pero existes mejor donde te quiero 
porque tu boca es sangre 
y tienes frío 
tengo que amarte amor 
tengo que amarte 
aunque esta herida duela como dos 
aunque te busque y no te encuentre 
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no.


Es mejor que yo me valla, mejor para mi, y mucho mejor para ti… Quizá ya sea tiempo de madurar, de dejar los sueños atrás, y concretarme en esta pesadilla que es mi realidad sentimental…


Yo.- Te quiero, y te juro que desearía que no fuese así, Desearía que me quisieras que estuvieras a mi lado.... quisiera ser alguien tan especial como para que pudieras enamorarte de mí....
Tu.- Gracias… :/
Yo.- enamorarme de ti sin siquiera conocerte..... Que me pasa???.... no lo sé, solo sé que quisiera ser aquel....y no solo uno más....
Tu.- Perdón....



No hay comentarios:

Publicar un comentario