sábado, 2 de abril de 2011

Tus dibujos, mis últimos consuelos.

Hay millones de personas de las cuales enamorarnos, pero solo una puede ser la correcta.
Hoy, justo como lo he hecho últimamente, escribo con desencanto, sin pasión, como si ese caudal de sensaciones se fuera secando poco a poco...
Los triste es que ese caudal, jamas fue un cause natural. Yo lo cree, estúpidamente pensé que era posible enamorarme y ser correspondido, y no, pese a lo que parezca, no hablo con dolor. Hablo con razón, y con lo poco de cordura que me queda, con las migas de amor que me sobran.
Te deseo seas feliz. Te lo deseo inmensamente.
Por alguna razón guardaba esperanza. Bien lo dijo Dante en aquella su "divina comedia":



"Oh vosotros que entráis, abandonad toda esperanza!"
Ví escritas estas palabras en caracteres negros en el dintel de una puerta, por lo cual exclamé:
-Maestro, el sentito de estas palabras me causan pena.
Y el, como hombre lleno de prudencia, me contestó:
-Conviene, aquí, abandonar todo temor; conviene que aquí acabe toda cobardía.
Hemos llegado al lugar donde te he dicho que verías a la dolorida gente,
que ha perdido el bien de la inteligencia.


Ya el temor quedo atrás, al igual que cada sueño que albergaba. 
Espero que seas feliz, tan feliz que te olvides de mi.
Quizás es esta personalidad mía que me hace fantasear con imposibilidades.
Como Nubes cayendo, monos hablando, koalas con moños, leches que lloran o tu enamorada de mi.
Esto solo era eventual, y no te preocupes, estaré bien, y pronto me dejaras de gustar. Quiero estar estable, y jamas lo podre ser buscando alas en un corazón enjaulado. Adiós "tú", les deseo lo mejor.

Por cierto, se que este viernes tuviste la oportunidad de presentármelo y te agradezco mucho que no lo hicieras. Y no te preocupes, ya no dejare que se tenga otra oportunidad. Adiós, fue todo un placer conocerte, y todo un misterio quererte :D

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